El cambio climático representa una emergencia global con repercusiones alarmantes para el medio ambiente y la salud humana. Con temperaturas ascendentes, aumentos en los niveles del mar y fenómenos meteorológicos extremos, enfrentamos desafíos sin precedentes. La Organización Meteorológica Mundial y Greenpeace advierten sobre el posible aumento de la temperatura global hasta 4.8 °C hacia el fin del siglo, amenazando la sobrevivencia del planeta y la salud de la población.
Paralelamente, una infección bacteriana mortal se propaga por Japón, evidenciando cómo estos cambios impactan directamente la vida humana. La alergóloga Estela Menéndez del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla subraya el incremento de enfermedades alérgicas, potenciadas por la contaminación y el cambio climático. El aumento de CO₂, cambios en las precipitaciones y en la flora contribuyen a la prolongación del periodo de polinización, elevando la exposición a alérgenos y exacerbando condiciones como el asma.
Este escenario resalta la importancia de un control adecuado de patologías respiratorias y de políticas eficaces para mitigar el cambio climático. La salud global depende de acciones inmediatas para combatir estos cambios ambientales, reduciendo la prevalencia de enfermedades y protegiendo nuestro futuro.
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