El calentamiento global está alterando la fenología de las plantas, adelantando la floración y poniendo en riesgo la producción de frutos y semillas. Esto afecta a la biodiversidad, los ecosistemas y la producción agrícola. Además, el adelanto de la floración provoca cambios en la calidad del aire y afecta a las personas con alergias. También se ven afectados el turismo y las economías locales que dependen de la floración. Las predicciones climáticas generan incertidumbre sobre el futuro de las plantas y su adaptación al cambio climático.
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