El sureste de EE. UU. enfrenta un desafío creciente debido al cambio climático. Mientras aún se recupera de los daños causados por el huracán Helene, el huracán Milton golpea las costas de Florida. Este fenómeno no es nuevo para los residentes, pero el aumento de la temperatura de los océanos y el nivel del mar agrava la situación. Un estudio de First Street indica que el valor de las propiedades en primera línea de mar podría caer entre un 5% y un 10% en los próximos años.
El estudio revela que 14,6 millones de propiedades costeras están en riesgo de inundación, y este riesgo aumentará un 10% en los próximos 30 años. Las viviendas de alto valor, que antes eran deseables por su cercanía al mar, ahora enfrentan un futuro incierto. Un ejemplo reciente en Nantucket muestra cómo una casa valorada en 2,3 millones de dólares se vendió por solo 600.000 dólares debido al avance del mar.
En España, los efectos del cambio climático también son evidentes. Durante la tormenta Nelson, las playas de la costa catalana sufrieron daños significativos. El Reglamento General de Costas establece distancias de construcción para proteger las propiedades, pero las ya existentes pueden ver caer su valor. Además, el aumento de desastres climáticos, como huracanes e incendios forestales, está elevando las primas de seguros en zonas de alto riesgo.
Los propietarios de viviendas en Florida, por ejemplo, enfrentan primas anuales promedio de 11.163 dólares, muy por encima de la media nacional de 2.435 dólares. Esto significa que las propiedades en primera línea de mar no solo perderán valor, sino que también verán incrementados sus gastos anuales por seguros. En resumen, tener una mansión frente al mar, que antes era un símbolo de lujo, se está convirtiendo en una carga financiera.
Imagen: Unsplash (Sindy Süßengut)