El Consejo de Ministros analizará el anteproyecto de la nueva Comisión Nacional de Energía (CNE), con el objetivo de modernizar la regulación y preparar el sistema energético para la neutralidad climática. La CNE también se encargará de redefinir el impuesto a las energéticas y pilotar la transición energética. Sin embargo, esta decisión genera desconfianza y podría facilitar el control del gobierno sobre el sector energético. Aún se desconoce la estructura y los recursos de la CNE, pero se espera que cuente con un consejo de siete miembros y Natalia Fabra sea la presidenta. Expertos consultados señalan que la escisión de la CNE de la CNMC podría generar decisiones contradictorias y debilitar la independencia del organismo regulador.
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