Un gigantesco iceberg, conocido como A23a, se ha desprendido del continente antártico en 1986 y ha iniciado un periplo por los alrededores. Después de años prácticamente estancado, el iceberg ha comenzado a moverse rápidamente hacia mar abierto. Su trayectoria lo llevará hacia el Atlántico Sur, donde se espera que se derrita y se fragmente. A medida que avanza hacia el norte, la temperatura aumenta y se acelera su desmembramiento. Sin embargo, a su paso, el iceberg deja nutrientes beneficiosos para el medio marino. Los científicos creen que la formación de icebergs como este será cada vez más frecuente debido al calentamiento global.
Imagen: NASA