La búsqueda de soluciones sostenibles para la crisis energética ha llevado a considerar el hidrógeno como una opción prometedora. Sin embargo, no todos los tipos de hidrógeno son igual de ecológicos. Existen diferentes colores de hidrógeno, como el gris, marrón, azul, verde y dorado, cada uno con sus propias características y impacto ambiental. El hidrógeno dorado, proveniente de reservas naturales, se presenta como una opción más limpia y económica en comparación con su producción artificial. Por otro lado, el hidrógeno verde, producido mediante energía renovable, es considerado la opción más sostenible. La decisión de qué tipo de hidrógeno priorizar en nuestros esfuerzos por combatir el cambio climático no solo es técnica, sino también ética, ya que implica considerar el impacto a largo plazo en el planeta. Suecia ha dado un paso adelante en la protección y almacenamiento de hidrógeno, construyendo un búnker subterráneo para asegurar su disponibilidad y protección. Esta instalación piloto puede almacenar grandes cantidades de hidrógeno verde, representando una capacidad de almacenamiento superior a las baterías convencionales. El futuro del hidrógeno es prometedor, pero es necesario seguir investigando y desarrollando todas las formas de hidrógeno para asegurar una transición energética equilibrada y sostenible.
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