Vivimos en una época donde las suscripciones son una constante. Desde videojuegos hasta aplicaciones, todo se puede obtener mediante este modelo. Pero, ¿qué pasaría si pudiéramos cambiar de ciudadanía como cambiamos de gimnasio? Esta es la premisa que plantea Balaji Srinivasan, una figura destacada en el mundo de las criptomonedas.
La democracia enfrenta un grave peligro. Cada vez menos personas viven en democracias plenas, y hemos visto cómo líderes en países como India y México intentan silenciar a la prensa y restringir la independencia judicial. En este contexto, Srinivasan propone la creación de un ‘estado en red’, donde las empresas podrían reemplazar a las instituciones tradicionales.
La idea es simple: crear nuevas comunidades y monedas que eventualmente obtengan reconocimiento diplomático. Este concepto se relaciona con el sueño americano de construir un futuro propio, donde las empresas se conviertan en países. Ejemplos como Próspera, una ciudad privada en Honduras, y Praxis, una propuesta de ciudad en el Mediterráneo, ilustran esta tendencia.
Sin embargo, estas iniciativas no están exentas de críticas. Muchos ven en ellas un neocolonialismo disfrazado y se preguntan quién se encargará de los servicios básicos. La preocupación por un futuro dominado por ‘monarcas corporativos’ es palpable, y la confusión sobre la realidad de estas propuestas persiste.
Imagen: Praxis
