Cuando Liberty Media compró la Fórmula 1 por más de 7.000 millones de euros en 2016, prometía convertirlo en un gran espectáculo americano. Sin embargo, diez años después, la Fórmula 1 es el deporte más aburrido y predecible del mundo. El dominio de Lewis Hamilton con Mercedes y ahora de Max Verstappen con Red Bull ha dejado de ser una competición. Liberty Media ha fracasado como promotor del campeonato, sin lograr acabar con el monopolio de Mercedes y regalando el dominio a Red Bull. La falta de competencia ha llevado a que la Fórmula 1 sea monótona y sin emoción. El cambio de reglamento técnico en 2021 solo ha cambiado un monopolio por otro, y el nuevo reglamento de 2026 promete más de lo mismo. Liberty Media ha demostrado ser incapaz de ofrecer un espectáculo competitivo y emocionante para los aficionados.
Imagen: Motorpasión
