Un nuevo estudio revela los secretos de los peces de la familia Lepisosteidae, los vertebrados con mandíbula con una evolución molecular más lenta. Estos peces mutan a un ritmo de menos de una mutación cada 11.000 millones de años. La clave estaría en la alta capacidad de su ADN para repararse, lo que podría tener implicaciones en la lucha contra el cáncer. Además, estos peces tienen la sorprendente capacidad de producir híbridos viables y fértiles entre especies separadas cientos de millones de años atrás.
Imagen: Solomon David