El Fantasma, conocido por su traje morado y antifaz, es un personaje de cómic creado en 1936 por Lee Falk. Aunque no alcanzó la popularidad de otros superhéroes, su impacto en Papúa Nueva Guinea es notable. Durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados norteamericanos compartieron cómics de El Fantasma con las tribus locales, quienes adoptaron su iconografía. Este personaje, que lucha contra el crimen y tiene un origen mitológico, se convirtió en un símbolo de valentía y fuerza para las tribus, especialmente los Wahgi.
En los años 70, los conflictos tribales resurgieron y los Wahgi decoraron sus escudos con imágenes de El Fantasma, diseñados por el artista Kaipel Ka. Aunque las armas de fuego hicieron obsoletos estos escudos, la figura del superhéroe quedó arraigada en la cultura local. Este fenómeno se conoce como «cultura pop tribal», donde elementos de la cultura popular se integran en el folklore de sociedades aisladas.
El Fantasma no solo influyó en Papúa Nueva Guinea, sino también en Noruega, donde fue utilizado como contraseña por movimientos de resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Lee Falk, el creador, continuó escribiendo historias de El Fantasma hasta su muerte en 1999, dejando un legado que sigue vivo en diversas culturas alrededor del mundo.