El caso Negreira ha sacudido al fútbol español, revelando los turbios entresijos del arbitraje. El FC Barcelona realizó millonarios pagos al número dos del Comité Técnico de Árbitros (CTA) y su hijo durante casi dos décadas. Aunque el colectivo arbitral exculpa al Barcelona, el hecho de que no haya habido consecuencias deportivas para el club es un golpe a la credibilidad del fútbol español. El caso ha destapado el control total que ejercía el CTA sobre los nombramientos y las actuaciones arbitrales. Además, se ha revelado la existencia de un índice corrector, una función no escrita para modificar las puntuaciones de los árbitros por interés del comité. El caso también ha puesto en evidencia la falta de transparencia en la designación de árbitros y el reparto equitativo entre las territoriales. Aunque la instrucción del caso aún está en curso, se espera que tenga un impacto duradero en el fútbol español. El escándalo ha generado dudas sobre la integridad del arbitraje y ha puesto en entredicho la gestión de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El caso Negreira ha abierto la caja de los truenos y ha dejado al descubierto los problemas sistémicos en el fútbol español.
Imagen | EFE