Las sanciones de EEUU para evitar que China obtenga circuitos integrados de vanguardia están fracasando. El ejército chino ha logrado adquirir chips de alta integración de empresas como Intel, AMD y NVIDIA a través de vías de importación paralelas. Incluso han obtenido las GPU A100 y H100 de NVIDIA, a pesar de estar prohibidas. El flujo de semiconductores hacia China continúa sin que EEUU pueda rastrear su distribución. NVIDIA es la empresa más afectada, ya que sus GPU son muy demandadas por los centros de investigación y el ejército chino. Aunque NVIDIA ha declarado que tomará medidas si descubre que sus productos se venden ilegalmente, es difícil auditar el itinerario de cada chip. Esta situación representa un fracaso para EEUU y una bofetada contundente. Dos de las organizaciones que adquieren los chips prohibidos aparecen en la lista de sospechosos de colaborar con el ejército chino. China y EEUU han aparcado sus diferencias para conseguir el primer semiconductor de grafeno.
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