Un estudio advierte que más del 97% de los países no tendrán tasas de fecundidad suficientes para mantener su población en el año 2100. Esto tendrá consecuencias en la economía, la seguridad alimentaria, la salud y el medio ambiente. Mientras algunos países enfrentarán un ‘baby boom’, otros enfrentarán un ‘baby bust’. Las tasas de fertilidad en África subsahariana seguirán aumentando, lo que creará un mundo demográficamente dividido. La caída de las tasas de fertilidad se debe al retraso en la edad materna y al cambio de mentalidad. España también experimenta una disminución en la tasa de fertilidad, lo que dificulta mantener una pirámide de población estable. Las implicaciones de este declive son enormes y requerirán una planificación cuidadosa por parte de los gobiernos.
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