El consumo de bebidas alcohólicas en los bares ha experimentado una notable disminución del 2,64% en el primer trimestre de 2023, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este descenso se ha visto acompañado por un aumento en la preferencia por bebidas de menor graduación, que han ganado popularidad entre los consumidores.
Según un estudio de la asociación Delectatech, que analizó una muestra de 250.000 locales, se ha registrado un incremento en las ventas de bebidas típicas para celebraciones. El champagne ha destacado con un aumento del 10,16%, mientras que la sangría se ha consolidado como una opción popular en comidas y reuniones familiares.
En contraste, el consumo de cervezas ha sufrido un impacto significativo, con una caída del 15% en las terrazas. La caña ha disminuido 14 puntos, y la cerveza artesanal ha visto una reducción de hasta 15 puntos. Este descenso ha sido atribuido en gran parte a la inflación, que ha afectado tanto el consumo en establecimientos como en el hogar.
Los clientes han mostrado una clara preferencia por las bebidas con menor graduación, destacando un aumento del 35,40% en la venta de clara. Este crecimiento ha sido especialmente visible en regiones como Baleares, Castilla y León, Canarias y Cataluña.
Por otro lado, los destilados también han visto una reducción en sus ventas. Las bebidas como el ron y el vodka han disminuido en un 6% y 4%, respectivamente. Los mojitos y caipiriñas han caído en popularidad, mostrando descensos de hasta dos dígitos.
El estudio también revela un cambio en las preferencias de los consumidores hacia bebidas menos tradicionales. El pisco ha visto un aumento del 37,69%, y el tequila ha crecido un 7,97%, ganando relevancia en el mercado. En cuanto al vino, las diferentes opciones han mostrado un aumento en sus ventas, completando así la lista de tendencias en el consumo de bebidas alcohólicas.
Imagen: ABC