La industria eólica fabrica aerogeneradores cada vez más grandes, mientras que la industria solar juega al mismo juego con los crecientes concentradores de disco. El SG4 Big Dish, el concentrador solar más grande del mundo, está hecho de aluminio pulido y tiene una superficie reflectante de 500 metros cuadrados. Este disco parabólico de 25 metros de diámetro utiliza 380 espejos hexagonales para enfocar la luz solar en una turbina de vapor. Desarrollado por investigadores australianos, el SG4 tiene una reflectividad del 94% y puede generar 150 kW de potencia, suficiente para abastecer de electricidad a un hospital rural. Además, cuenta con un mecanismo avanzado de motores eléctricos que lo orienta con una precisión de 0,01 grados. Actualmente, hay prototipos en Australia y un SG4 instalado en la India que genera 400 kg de vapor por hora. Este avance en la tecnología de concentradores solares demuestra el potencial de la energía solar para abastecer de electricidad a grandes instalaciones, como hospitales, de manera eficiente y sostenible.
Imagen: Xataka