El Toyota Prius híbrido enchufable ha sido nombrado el coche más limpio del momento, según un estudio de la ACEEE. Sin embargo, esto no implica que los coches eléctricos sean menos limpios. La medición de la limpieza de un vehículo es compleja y depende de varios factores, como las emisiones durante la producción y el uso, el consumo de combustible y la composición de la batería. Además, el tipo de uso que se le dé al vehículo y el mix energético del país también influyen en su nivel de limpieza. Por ejemplo, utilizar intensamente un coche eléctrico en España será más limpio que en Estados Unidos debido a la mayor cantidad de energía eléctrica producida por fuentes renovables en España. Sin embargo, la producción petrolífera en Estados Unidos hace que las emisiones contaminantes del transporte de petróleo sean inferiores en comparación con los coches de combustión. Además, la producción de baterías para coches eléctricos también tiene un impacto ambiental, aunque los híbridos salen ganando en este aspecto. En resumen, la limpieza de un coche no se puede medir únicamente por su motor, sino que depende de múltiples factores y del contexto en el que se utiliza.
Imagen: Toyota
