La secuela de ‘Dune’ de Denis Villeneuve, junto a investigaciones científicas recientes, ha reavivado el interés en el análisis de la habitabilidad de exoplanetas, usando como referencia el desértico Arrakis. Este planeta ficticio, escenario principal tanto de las novelas de Frank Herbert como de las películas, se destaca por su hostilidad y las adaptaciones de sus habitantes, los Fremen. La importancia de Arrakis trasciende la ficción, sirviendo de inspiración para estudios astrofísicos en busca de exoplanetas habitables.
Un grupo de climatólogos desarrolló un modelo climático de Arrakis para evaluar su plausibilidad científica y la posibilidad de supervivencia humana. Los resultados confirmaron no solo la verosimilitud del clima de Arrakis, sino también su potencial habitabilidad bajo condiciones extremas, un punto que coincide con la narrativa de Herbert y las adaptaciones cinematográficas. Este hallazgo subraya la visión presciente de Herbert y el impacto de su obra en la ciencia contemporánea.
Además, el pasado acuático de Arrakis y su transformación en un desierto se validaron mediante el mismo modelo climático, añadiendo credibilidad a la descripción de Herbert. Lo más significativo de estos estudios es su aplicación en la identificación de exoplanetas habitables en la realidad, sugiriendo que los desiertos como Arrakis podrían ser más comunes en el universo de lo que se cree. La investigación sobre Arrakis no solo honra la imaginación de Herbert, sino que también orienta a los astrofísicos en su búsqueda de nuevos mundos habitables.
Imagen: Warner
