El Circo Máximo en la antigua Roma fue un precursor de las modernas carreras de autos. Los romanos disfrutaban de carreras de cuadrigas en un circuito ovalado, similar a los actuales. Estas carreras eran peligrosas, pero muy populares. Los aurigas, conductores de las cuadrigas, alcanzaban la fama de deportistas modernos.
En el siglo XX, Fiat construyó un circuito de pruebas en la azotea de su fábrica en Lingotto, Turín. Este edificio, inaugurado en 1923, se convirtió en un símbolo de la innovación automovilística. La pista de pruebas, de 1.200 metros de longitud, permitía a los vehículos alcanzar velocidades superiores a 250 km/h.
El circuito de Lingotto fue utilizado hasta la década de 1970. En 1982, la pista cerró y el edificio fue renovado. Hoy, la azotea alberga un jardín y se puede visitar a través de Casa 500, una exposición sobre la historia de Fiat y su modelo 500.