El caso de los radares derribados en varias zonas del norte de Italia, para evitar las multas en las carreteras, se ha convertido en una historia de debate nacional. Los carabineros investigan quién está detrás, si una o varias personas. De momento, se le ha dado el nombre de ‘Fleximan’, que corresponde a la sierra radial eléctrica utilizada para cortar las torres o columnas que sostienen los radares. Hasta ahora se han destruido una veintena en las regiones de Véneto, Lombardía y Emilia-Romaña. Para representar a ‘Fleximan’ sólo existen decenas de imágenes creadas mediante software de inteligencia artificial, que hacen que la popular figura del momento sea representado con la ropa de Superman o la de Flash, mientras sobrevuela las ciudades en busca de radares. Algunos alcaldes le hacen concesiones al mostrar comprensión. Es el caso de la regidora Sarah Gaiani, abogada, de 36 años, de Villanova di Camposampiero, municipio de 6.100 habitantes en la provincia de Padua (Véneto). Gaiani ha declarado a varios medios italianos que los radares derribados en su zona probablemente no serán reinstalados: «Debemos tener en cuenta el desacuerdo de la gente, no podemos ignorarlo», dijo Gaiani. El fenómeno que se está desencadenando en torno al esquivo ‘Fleximan’, lleva a algunos a considerar a la persona o grupo que está detrás como una especie de héroe. El líder de la Liga, Matteo Salvini, vicepresidente y ministro de Transportes, afirmaba el 21 de enero en las redes sociales: «Hay que parar la jungla de radares. Estamos trabajando -añadió- para limitar su uso a los casos en los que existen problemas reales de seguridad, evitando que se utilice para gravar y acosar a los trabajadores». La conocida criminóloga, Simona Ruffini, considera que «el descontento por las multas se extiende a los ciudadanos, que se sienten de alguna manera reivindicados» por la destrucción de los radares. Ruffini ha trazado un perfil de ‘Fleximan’, que estaría lo más alejado de un héroe. La criminóloga lo describe como alguien que puede sufrir «un trastorno de personalidad antisocial», caracterizado por «desprecio de las normas y leyes, la realización de actos ilícitos y fraudulentos y destrucción de bienes públicos».
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