Un reciente estudio liderado por investigadores de la Universidad de Copenhague advierte que los osos polares en Groenlandia están siendo afectados por el cambio climático, lo que los obliga a modificar su comportamiento. Las principales alteraciones se dan en su hábitat y alimentación, ya que el aumento de las temperaturas y la reducción de las placas de hielo flotante los obliga a desplazarse más al norte. A pesar de estas adversidades, los osos polares demuestran ser relativamente adaptables, como lo demuestra una nueva población en el sureste de Groenlandia que se alimenta de las placas de hielo que se desprenden de los glaciares de agua dulce. Sin embargo, el ritmo alarmante del cambio climático pone en peligro su supervivencia a largo plazo. Es necesario tomar medidas urgentes para contener y revertir la crisis.
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