El edificio 116 de la calle Urzaiz en Vigo se ha convertido en el escenario de una situación tan curiosa como frustrante para sus vecinos. Aunque el edificio cuenta con un ascensor, este lleva meses sin poder ser utilizado debido a la negativa de una de las propietarias a pagar su parte correspondiente. Esta situación ha llevado a los residentes a denominar al ascensor como el «ascensor de Schrödinger», ya que está ahí pero no se puede utilizar.
El problema comenzó cuando los residentes contrataron a una empresa para arreglar el ascensor. A pesar de que el técnico dejó la instalación lista para su uso, ninguno de los residentes ha podido utilizarlo debido a la negativa de una de las propietarias a asumir su parte de los pagos. Esta situación ha generado molestias y frustración entre los residentes, especialmente entre los ancianos que viven en el edificio.
La situación ha llegado a tal punto que los residentes han decidido contratar a un abogado para resolver el conflicto. La Ley de Propiedad Horizontal establece que los propietarios deben contribuir a los gastos generales del edificio, incluyendo aquellos necesarios para garantizar la accesibilidad. Por lo tanto, la negativa de la propietaria a pagar su parte del ascensor va en contra de esta ley.
Este caso no es único, ya que existen otros conflictos similares entre vecinos por el pago del ascensor. En algunos casos, estas disputas han llegado incluso a situaciones kafkianas, como el caso de un ascensor que solo muestra los números 0, 2, 4 y 7 debido a que algunos propietarios no pagaron para instalarlo en sus plantas.
En resumen, el edificio 116 de la calle Urzaiz en Vigo se encuentra en una situación complicada debido a la negativa de una de las propietarias a pagar su parte del ascensor. Esta situación ha llevado a los residentes a contratar a un abogado y podría terminar en la vía judicial. Este caso no es único y demuestra la importancia de cumplir con las obligaciones establecidas por la Ley de Propiedad Horizontal.
