El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener el precio del dinero en el 4,5% por cuarta vez consecutiva. La presidenta Christine Lagarde ha señalado que es probable que los tipos de interés comiencen a bajar en verano. El BCE busca asegurar que la inflación vuelva a situarse en su objetivo del 2% a medio plazo. Además, se espera que la economía se recupere y crezca en los próximos años, respaldada por el consumo y la inversión.
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