El año pasado, el fondo soberano noruego perdió 980 millones de coronas, unos 86 millones de euros, por un simple error de cálculo provocado por una casilla mal colocada en su gigantesca hoja de cálculo. Un error humano que ha provocado pérdidas millonarias y vuelve a mostrar cómo la falta de controles y revisión tiene un impacto enorme. Si este minúsculo error hubiera ocurrido en otras cuentas, la diferencia no habría sido tan significativa. Pero con fondos nacionales donde se mueve una cantidad de recursos excepcional, cualquier desviación tiene una gran relevancia en términos absolutos. La historia de este error de Excel ha sido una lección para los directivos del fondo noruego. Nicolai Tangen, su CEO, explicaba en una conferencia en enero de 2024, cómo un ‘error decimal costó unos 900 millones’. Y el impacto que esto tiene. Lo más sorprendente es quizás la reacción. ‘Simon’ no fue despedido. Según explican desde el NBIM, ese error les hizo más conscientes y si se pudo solucionar rápido es porque ‘nadie intentó taparlo y ninguna cabeza fue cortada’.
Imagen: Norges Bank | Mika Baumeister