El avión comercial más rápido del mundo, el Concorde de British Airways, regresó al Museo Intrepid de Nueva York después de un proceso de lijado y repintado. El avión llegó al museo en una barcaza por el río Hudson y los visitantes pudieron seguir su regreso en vivo a través de las redes sociales. El Concorde ostenta el récord mundial de velocidad para un avión de pasajeros, habiendo alcanzado más del doble de la velocidad del sonido en un vuelo de Nueva York a Londres en 1996. El avión realizó su último vuelo en 2003 y ahora se encuentra en el Museo Intrepid.
Imagen: CNN