La segunda mitad de los años 80 fue una época dorada para Japón. El país experimentó un crecimiento económico sin precedentes, impulsado por inversiones masivas y una fuerte demanda de sus productos en el extranjero. Este auge económico convirtió a Tokio en la principal bolsa del mundo y a Osaka en la cuarta, relegando a Londres a la quinta posición.
En este contexto de prosperidad, las ventas de vehículos deportivos se dispararon. Modelos icónicos como el Nissan Silvia, el Toyota Supra y el Mazda RX-7 se convirtieron en símbolos de la época. Sin embargo, la burbuja económica también trajo consigo su inevitable explosión, llevándose consigo proyectos ambiciosos como el Dome Jiotto Caspita.
El Dome Jiotto Caspita, desarrollado por la empresa japonesa Dome, fue presentado en el Salón de Tokio de 1989. Este superdeportivo, apodado el «Fórmula 1 para la calle», destacaba por su diseño aerodinámico y su avanzada tecnología, incluyendo una suspensión activa y un chasis de aluminio y fibra de carbono. Equipado con un motor V12 de 3.5 litros y 450 CV, el Caspita prometía una aceleración de 0 a 100 km/h en 4.7 segundos.
A pesar de su impresionante ficha técnica, el Dome Jiotto Caspita nunca llegó a producción. La retirada de Subaru de la Fórmula 1 y la crisis económica de los años 90 hicieron inviable el proyecto. Aunque Dome intentó resucitar el Caspita con un motor Judd GV V10 y una potencia aumentada a 585 CV, la falta de clientes potenciales y la inestabilidad económica llevaron a la cancelación definitiva del proyecto.
Imagen: Xataka