En los Emiratos Árabes Unidos (EAU), el mercado de coches usados ha experimentado un notable crecimiento. Este fenómeno se debe, en gran parte, a la estricta inspección técnica de vehículos (ITV) en Japón, conocida como “Shaken”. Esta normativa obliga a los propietarios a vender sus coches nuevos tras tres o cuatro años de uso, lo que genera un flujo constante de vehículos en perfecto estado hacia el extranjero.
La mayoría de estos coches, que son exportados como chatarra, llegan a los EAU, donde son reconstruidos y vendidos. Aunque algunos vehículos son desmantelados para recuperar piezas, otros son ensamblados a partir de varios coches, lo que plantea dudas sobre su seguridad. Sin embargo, en mercados menos exigentes, estos coches son atractivos por su bajo precio.
En marzo de este año, los EAU importaron más de 22.500 coches usados de Japón. Este comercio ha convertido a los Emiratos en uno de los principales exportadores de coches del mundo, a pesar de no tener fábricas de automóviles. En 2022, exportaron vehículos por valor de 7.000 millones de dólares.
Las ciudades de Sharjah y Ajman se han convertido en centros de compraventa de coches de segunda mano, donde la calidad de los vehículos varía según el emirato. En Dubai, predominan los coches de lujo, mientras que en Ajman se encuentran vehículos de menor calidad. Además, los coches con volante a la derecha, como los provenientes de Japón, son ilegales en los Emiratos, lo que obliga a los compradores a realizar modificaciones costosas.