En los últimos años, la demanda de terapia de pareja ha aumentado significativamente. Muchas parejas, como Martina y su exnovio, buscan ayuda profesional para resolver sus problemas y decidir si continuar o terminar su relación. Este fenómeno se ha intensificado desde la pandemia, cuando la convivencia forzada sacó a la luz conflictos latentes.
La terapeuta Marta Ábalos, del centro madrileño Sexualidad Consentimiento, señala que la visibilidad de la salud mental ha crecido, y con ello, la conciencia sobre lo que se busca en una relación. Las parejas ya no se sienten obligadas a permanecer juntas por razones económicas o sociales, y pueden tomar decisiones más conscientes sobre su futuro.
Las generaciones más jóvenes, como los milenials y la generación Z, han normalizado hablar de temas sexuales y de pareja, lo que facilita el proceso terapéutico. Sin embargo, las parejas mayores aún sienten vergüenza y utilizan eufemismos para abordar estos temas. A pesar de las resistencias iniciales, la terapia de pareja puede ayudar a mejorar la comunicación, la intimidad y el compromiso.
El éxito de la terapia no se mide por la permanencia de la pareja, sino por el bienestar de sus miembros. Las parejas jóvenes también exploran modelos relacionales más abiertos, como el poliamor. En definitiva, la terapia de pareja permite a las personas ajustar su percepción de la realidad y tomar decisiones saludables sobre sus relaciones.
Imagen: PRIME q