Puerto Rico se ha convertido en el nuevo destino dorado para las grandes fortunas y nómadas digitales de alto poder adquisitivo. La isla ofrece playas con aguas transparentes, clima tropical y políticas fiscales ventajosas, como la Ley 60, que otorga exenciones fiscales a los inversores extranjeros. Esta norma permite a los millonarios estadounidenses comprar propiedades a buen precio en Puerto Rico y beneficiarse de exenciones fiscales durante 15 años, ampliables a 30 años. Sin embargo, esta situación ha provocado un aumento en el precio de la vivienda y la gentrificación de algunas zonas de la isla. A pesar de los beneficios fiscales, Puerto Rico sigue enfrentando altos niveles de pobreza, con el 41,7% de la población viviendo en situación de pobreza. La permisibilidad fiscal ha generado protestas y críticas tanto a nivel local como internacional. El senador Chuck Schumer ha expresado su preocupación por la fuga de impuestos de los millonarios en Puerto Rico. A pesar de las críticas, Puerto Rico sigue siendo un atractivo destino para los millonarios que buscan un paraíso tropical y ventajas fiscales.