El año 2023 será recordado como el primero en nueve años en el que Walt Disney Studios no ha estrenado una película que haya superado los 1.000 millones de dólares en taquilla. Este descenso en la recaudación se debe en parte a la falta de popularidad de las producciones de Marvel Studios, que han tenido tanto batacazos como gratas sorpresas. Además, la facilidad para obtener información sobre presupuestos y dinámicas de rodaje ha hecho que el público sea más crítico a la hora de evaluar las recaudaciones. Este hecho plantea un debate sobre la viabilidad de seguir apostando por grandes superproducciones en lugar de proyectos más arriesgados y personales. En definitiva, parece que la burbuja del éxito cinematográfico está empezando a explotar.