A partir del 1 de febrero, tener un perro American Bully XL en Reino Unido es considerado un delito penal. Los nuevos dueños pueden enfrentar multas económicas y el sacrificio de su mascota, mientras que los dueños antiguos también deben cumplir con una serie de requisitos para evitar el mismo destino. Estos requisitos incluyen contratar un seguro de responsabilidad civil, pagar una tasa, microchip y castrar al perro. La decisión del Gobierno británico se debe a varios incidentes, incluida la muerte de un hombre y el ataque a una niña. En España, las peleas de perros se erradicaron hace unos 30 años, por lo que el número de American Bully XL es muy reducido. Según el criador y juez canino Ángel de Zayas, en nuestro país hay alrededor de 10.000 o incluso menos. Además, de Zayas afirma que los American Bully son una raza noble en general y que cualquier problema de comportamiento se debe a la educación y no a la genética. Varios veterinarios coinciden en que la prohibición de una raza no es la solución, sino educar a los propietarios sobre cómo educar a sus perros según las características de cada ejemplar.
Imagen: ABC