La utilización de modelos de IA generativa, como ChatGPT y DALL-E, está generando importantes emisiones de CO2 debido a los recursos de computación que requieren. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Carnegie Mellon y la startup HuggingFace revela que el uso de estos modelos consume grandes cantidades de energía. En comparación con otros procesos de IA, la generación de imágenes es especialmente contaminante. Según el estudio, generar nueve imágenes con estos modelos de IA consume la misma cantidad de energía que cargar completamente un teléfono móvil. Además, cada imagen producida genera entre 0,1 y 0,5 gramos de dióxido de carbono, lo que representa un problema adicional en términos de emisiones. Los investigadores destacan la importancia de tener en cuenta tanto la fase de entrenamiento como la fase de uso posterior de estos modelos en los debates sobre consumo energético y emisiones. Se espera que estos datos impulsen la implementación de medidas, buenas prácticas y regulaciones para mitigar el impacto ambiental de la IA generativa.