En los últimos años, los precios de los televisores han disminuido considerablemente, permitiendo que los consumidores obtengan pantallas más grandes a precios más bajos. Esto se debe a varios factores, como la competencia entre fabricantes, mejoras en el proceso de fabricación y la venta de datos de los usuarios. Empresas como TCL y Hisense han ingresado al mercado con ofertas de bajo costo, aumentando la competencia. Además, los avances en el proceso de fabricación, como el uso de vidrio madre, han permitido la producción de pantallas más grandes a menor costo. Sin embargo, no todos los televisores son baratos, ya que los modelos de gama alta ofrecen características adicionales como resolución 4K y tecnología OLED. Además, los televisores inteligentes han cambiado la forma en que los fabricantes hacen negocios, ya que recopilan datos de los usuarios para publicidad y suscripciones. Aunque esto ha permitido precios más bajos, también plantea preocupaciones sobre la privacidad y la monetización de la información personal.