El egosurfing, también conocido como ‘vanity searching’, consiste en buscar tu propio nombre en Internet para ver qué información personal está disponible. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda esta práctica por motivos de ciberseguridad y de reputación online. Aunque es común entre la Generación Z, los millennials y generaciones mayores también deberían adoptarla.
Nuestras comunicaciones, fotos e información personal están en servidores de Internet y redes sociales. El problema surge cuando información privada se vuelve pública y accesible. Practicar el egosurfing permite comprobar qué datos son accesibles y localizar contenido no autorizado o inadecuado para eliminarlo o modificarlo.
Para hacer egosurfing, accede a un buscador y escribe tu nombre entre comillas para obtener resultados precisos. También puedes buscar tu dirección, números de identificación personal y correo electrónico. Si encuentras información que debería ser privada, revisa la configuración de privacidad de tus redes sociales y contacta con ellas para eliminar contenido no autorizado.
Además, puedes ejercer tu derecho al olvido según el Reglamento General de Protección de Datos, que permite solicitar que los enlaces a tus datos personales no aparezcan en los resultados de búsqueda. El INCIBE ofrece guías detalladas sobre cómo ejercer este derecho.