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Propuesta de Prohibición de Tecnología China en el Mercado Automotriz de EE.UU.
La administración Biden ha presentado una propuesta que podría transformar el mercado automotriz en EE.UU.. Esta medida busca prohibir la venta de coches que utilicen software o hardware chino conectado a Internet. La iniciativa se enmarca en la seguridad nacional, con el objetivo de proteger las infraestructuras críticas del país de posibles vulnerabilidades cibernéticas.
Proceso de Implementación
Antes de que se redacte la norma final, se abrirá un periodo de 30 días para recibir alegaciones. Esta propuesta representa un aumento significativo en las restricciones impuestas a los vehículos y componentes chinos. Recientemente, el Gobierno de Biden también ha implementado fuertes subidas arancelarias, incluyendo un arancel del 100% sobre los vehículos eléctricos importados desde China.
Objetivos de la Propuesta
El principal objetivo de esta nueva normativa es evitar que el software chino en automóviles se convierta en una puerta trasera para el espionaje o el sabotaje. Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional, ha señalado que muchas tecnologías chinas recopilan grandes volúmenes de información sobre los conductores, lo que las convierte en objetivos potenciales para ataques cibernéticos.
Fechas Clave y Alcance de la Prohibición
La norma establece que, a partir del año modelo 2027, se prohibirá el uso de software chino en vehículos conectados. Además, el hardware quedará vetado a partir de 2030. Esta medida afectará no solo a los vehículos importados desde China, sino también a aquellos fabricados por empresas occidentales que utilicen tecnología china.
Implicaciones para la Industria Automotriz
La administración Biden sigue una estrategia similar a la utilizada con empresas como Huawei y TikTok, argumentando que la tecnología podría amenazar la infraestructura del país. Si se implementa, esta propuesta tendrá profundas implicaciones para los fabricantes chinos y la industria automotriz estadounidense, que deberá adaptarse rápidamente a un entorno en constante cambio.
En resumen, la prohibición del software chino en coches eléctricos refleja una escalada en la guerra comercial y tecnológica entre EE.UU. y China. A medida que se busca proteger las infraestructuras críticas, la industria automotriz enfrenta un futuro incierto que requerirá adaptación para no quedar rezagada en la carrera tecnológica global.
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Imagen: Motorpasión
