La apuesta de EEUU por la energía nuclear es indiscutible. Actualmente, es el país que más reactores nucleares mantiene en operación, con un total de 94, según la World Nuclear Association. Francia y China empatan en la segunda posición con 56 reactores cada uno, pero la ambición de China es mucho mayor, ya que está construyendo 30 reactores más y planea otros 37.
El país liderado por Joe Biden tiene un plan para mantener su liderazgo en el ámbito nuclear. Un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan ha realizado un estudio que podría ayudar a EEUU a satisfacer sus necesidades energéticas y a descarbonizar su sector eléctrico. En 2022, las centrales eléctricas de carbón generaron el 20% de la electricidad en EEUU, siendo responsables de la emisión de 847 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono.
El estudio propone reutilizar parte de la infraestructura existente en las centrales de carbón, como las líneas de transmisión, para transformarlas en centrales nucleares de última generación. Esto permitiría que muchos trabajadores de las plantas de carbón continúen en el sector nuclear tras recibir la formación necesaria.
Sin embargo, no todas las centrales de carbón son aptas para esta reconversión. La herramienta STAND (Siting Tool for Advanced Nuclear Development) ha evaluado las características de 245 plantas de carbón en EEUU, considerando factores socioeconómicos y de seguridad para asignar un coeficiente de idoneidad a cada emplazamiento.
Este enfoque podría ahorrar tiempo y dinero en comparación con la construcción de nuevas centrales nucleares. A medida que EEUU avanza en su estrategia, parece razonable aceptar que la energía nuclear incrementará su presencia en el país a medio plazo.
Imagen: NRC