Disney ha puesto oficialmente en marcha su plan para acabar con las contraseñas compartidas. Esta semana, la nueva política comenzará a llegar a los usuarios estadounidenses y a varias regiones del mundo. Sin embargo, aún no se han especificado todas las áreas afectadas.
En una reunión de accionistas celebrada en febrero, Disney anunció que la estrategia de eliminar cuentas compartidas se implementaría este año. Aunque se mencionó septiembre como fecha global, los detalles han sido escasos.
En su blog oficial, Disney presentó nuevas opciones para los usuarios que deseen mantener el servicio. Aquellos que compartan una cuenta con alguien fuera de su hogar podrán añadir a esa persona como “Miembro extra” por 6,99 dólares al mes (Disney+ Básico) o 9,99 dólares (Disney+ Premium, sin publicidad). Solo se permitirá un miembro extra por cuenta.
Además, los usuarios que compartan una cuenta y luego se suscriban de forma independiente podrán transferir uno de sus perfiles a la nueva cuenta. Disney utilizará tecnología para detectar y establecer automáticamente el hogar del usuario, basándose en su actividad de suscripción y dispositivos vinculados.
Si Disney+ determina que un usuario está viendo el servicio fuera de su hogar, podría solicitar una contraseña de un solo uso para verificar la ubicación. Esta estrategia se asemeja a la que implementó Netflix, que ha visto un aumento significativo en suscriptores tras limitar el uso compartido de cuentas.
El CEO de Disney, Bob Iger, ha admitido que la política de Netflix ha influido en su decisión de controlar las cuentas compartidas y aumentar tarifas. A medida que Disney+ se prepara para implementar estos cambios, también se anticipan subidas de precios y el lanzamiento de nuevas películas y series.
En comparación con Netflix, Disney+ presenta tarifas más altas para miembros adicionales. Mientras que Netflix cobra 7,99 dólares por un miembro extra, Disney+ Premium podría costar hasta un 62% del precio total de la suscripción. A pesar de las posibles cancelaciones, Disney espera que su atractivo catálogo genere más suscripciones que las que se pierden.
Imagen: Disney
