La disfunción eréctil afecta a uno de cada cinco hombres mayores de 18 años. Este trastorno se caracteriza por la incapacidad de alcanzar o mantener una erección suficiente para completar el acto sexual. Según el doctor Francisco Gómez León, especialista en medicina sexual masculina, esta condición está asociada a edades avanzadas, pero cada vez se presenta en hombres más jóvenes, entre 40 y 50 años.
El impacto emocional de la disfunción eréctil es significativo, afectando tanto al paciente como a su pareja. La falta de una relación sexual placentera y la mala comunicación pueden generar un ciclo negativo que, sin tratamiento, podría llevar a la ruptura de la pareja y problemas psicológicos.
El momento ideal para acudir al urólogo es al presentar los primeros síntomas, especialmente si los problemas de erección persisten durante tres meses. Una valoración médica especializada es crucial para descartar otras causas y prevenir la progresión de la disfunción.
El tratamiento de la disfunción eréctil varía según su origen. Si es psicológica, la terapia de sexología clínica es efectiva. En casos de alteraciones hormonales o vasculares, se requiere tratamiento hormonal o de estímulo vascular. La terapia de pareja también puede ser necesaria, especialmente cuando hay un fuerte componente psicológico.
Es fundamental estar alerta ante los primeros síntomas y mantener una buena comunicación en la pareja para evitar complicaciones psicológicas. Un diagnóstico y tratamiento temprano pueden prevenir el desarrollo de la disfunción eréctil y mejorar la calidad de vida del paciente.
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