Dinamarca ha lanzado una iniciativa pionera para reducir las emisiones de CO2 procedentes de la ganadería. Cada vaca produce alrededor de seis toneladas equivalentes de CO2 al año, y el gobierno danés ha decidido imponer una tasa de 120 coronas danesas (unos 16 euros) por cada tonelada de CO2 emitida. Este impuesto, que aumentará a 300 coronas danesas (40 euros) por tonelada en 2035, también se aplicará a cerdos y ovejas, aunque sus emisiones son menores.
El objetivo de esta medida es reducir las emisiones de carbono en 1,8 millones de toneladas equivalentes de CO2 para 2030, con un potencial de hasta 2,6 millones de toneladas. El gobierno destinará 5.300 millones de euros para reforestar 250.000 hectáreas de tierras agrícolas y generar una reserva de 140.000 hectáreas de tierras bajas. Además, se comprarán algunas explotaciones para reducir las emisiones de nitrógeno.
Según el Ministro de Alimentación, Agricultura y Pesca, Jacob Jensen, esta iniciativa está «escribiendo un nuevo capítulo en la historia agrícola danesa». Por su parte, el Ministro de Clima, Energía y Abastecimiento, Lars Aagaard, ha señalado que la agricultura es el mayor emisor de CO2 de Dinamarca y que no puede continuar así. Con estas medidas, Dinamarca se convierte en el primer país del mundo en introducir un impuesto climático específico para la ganadería.
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