El primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y su gabinete renuncian en protesta por la guerra en Gaza, lo que podría abrir una nueva fase política interna y tender una mano a Hamás. La crisis coincide con el ultimátum de Israel a Hamás y la mediación de la Administración Biden. La ANP ha sido criticada por su falta de protagonismo en el conflicto y su incapacidad para controlar los asentamientos judíos en Cisjordania. La renuncia del primer ministro es un indicio de la creciente inestabilidad política y el interés de algunos líderes en formar un gobierno más radical y colaborar con Hamás.
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