El destructor USS Carney respondió a una llamada de socorro de un buque mercante tras ser atacado con ‘múltiples proyectiles’ en el sur del mar Rojo. El ataque sigue a una serie de otros perpetrados por las fuerzas hutíes en Yemen, financiadas y entrenadas por Irán. Las conversaciones sobre el refuerzo de la protección de los buques comerciales reflejan la creciente preocupación por la injerencia de los hutíes en el mar Rojo, por donde pasan millones de barriles de petróleo diariamente. Estados Unidos ha respondido a los ataques lanzando ataques en Siria e Iraq contra depósitos de armas e instalaciones de almacenamiento utilizados por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y sus grupos milicianos apoderados.