Las fuerzas del orden han arrestado a YunHe Wang, un ciudadano chino de 35 años, acusado de crear la mayor botnet del planeta. Wang desplegó un malware que infectó a más de 19 millones de ordenadores, convirtiéndolos en «zombies» utilizados para cometer delitos como acoso, amenazas de bomba, fraudes bancarios y pornografía infantil. El operativo fue dirigido por el Departamento de Justicia de Estados Unidos y el FBI, con la colaboración de agencias de seguridad de Singapur, Tailandia y Alemania.
El 24 de mayo, las autoridades intervinieron varios equipos informáticos e identificaron activos y bienes de lujo que podrían ser decomisados, como coches Ferrari, Rolls Royce y BMW. Wang, junto con otros cómplices no identificados, montó un esquema de malware que ofrecía acceso a los equipos infectados a otros ciberdelincuentes a cambio de tarifas millonarias. La botnet, denominada 911 S5, incluyó al menos 19 millones de direcciones IP únicas y operó desde 2014 en más de 200 países.
El malware se propagó a través de aplicaciones VPN infectadas como MaskVPN, DewVPN, PaladinVPN, ProxyGate, ShieldVPN y ShineVPN. El FBI recomienda eliminar estas aplicaciones si están instaladas en un ordenador Windows y sugiere realizar una copia de seguridad antes de cualquier acción. Wang también distribuyó su malware en software obtenido ilícitamente y ofrecía incluirlo en versiones específicas de programas para sus clientes. El esquema fraudulento de Wang administraba aproximadamente 150 servidores dedicados en todo el mundo, 76 de los cuales estaban en Estados Unidos.