México es una mina a cielo abierto de restos arqueológicos. En los últimos años, hemos experimentado una explosión de descubrimientos gracias a las nuevas tecnologías y a proyectos como el Tren Maya. Este proyecto, impulsado por López Obrador, ha facilitado el hallazgo de numerosos elementos prehispánicos mientras se acondicionaban las vías del tren. Un ejemplo reciente es el desvío de la estación de Kohunlich tras el descubrimiento de siete estructuras prehispánicas.
El Tren Maya es un proyecto titánico con una inversión inicial de 150.000 millones de pesos. Su objetivo es facilitar la llegada del turismo a zonas menos masificadas, promoviendo la cultura mexicana y prehispánica. Con 1.500 kilómetros de vías a través de cinco estados y 15 estaciones, el proyecto ha enfrentado algunos problemas, pero sigue adelante con la misión de hacer más accesible la cultura maya.
Los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han trabajado arduamente para rescatar bienes arqueológicos durante la construcción del tren. En el Tramo 2, por ejemplo, se identificaron 1.032 monumentos y se atendieron 2.454 casos de geotecnia. En el Tramo 7, se encontraron siete estructuras prehispánicas que datan de entre el 300 y el 1.000 d.C., posiblemente utilizadas como habitaciones domésticas.
Para proteger estas estructuras, se ha modificado el diseño original del camino hacia la estación Nicolás Bravo/Kohunlich del Tren Maya. Cinco de las viviendas están en proceso de consolidación para ser visitadas, mientras que las otras dos han sido selladas para futuras investigaciones. Además, se han encontrado materiales arqueológicos de piedra, cerámica, conchas y restos óseos humanos.
Estos descubrimientos han sido aprovechados por el INAH para recalcar que no hay destrucción del patrimonio histórico o cultural, a pesar de algunas críticas. Durante la construcción del Tramo 2, también se descubrieron vestigios del Camino Real y del primer ferrocarril de vapor al norte de Campeche. La finalización del Tren Maya está próxima, pero seguramente seguirán apareciendo más estructuras y yacimientos prehispánicos.
Imagen: INAH
