Un reciente estudio ha revelado que ciertos dinosaurios emplumados, como los Psittacosaurus, tenían piel escamosa similar a la de los reptiles actuales. Este hallazgo proporciona nueva información sobre la transición evolutiva de una estructura celular a otra. Los resultados, publicados en Nature Communications, se centran en un espécimen específico descubierto en estratos que datan de un periodo crítico para comprender cómo estos animales comenzaron su evolución hacia las aves modernas.
El espécimen muestra tanto plumas como escamas, indicando una fase intermedia en la evolución de estos animales. Los nuevos datos subrayan la importancia de los fósiles en la comprensión de la historia evolutiva de los dinosaurios y su proceso de adaptación a lo largo de millones de años. Este descubrimiento ofrece un nuevo entendimiento sobre las etapas intermedias que dieron lugar a la fauna que conocemos hoy.
El estudio fue realizado por los paleontólogos Zixiao Yang y Maria McNamara de la University College Cork (UCC) de Irlanda, en colaboración con científicos de la Universidad de Nanjing de China. Utilizaron luz ultravioleta para identificar parches de piel preservada invisibles a simple vista de Psittacosaurus, un dinosaurio que vivió a mediados del Cretácico temprano. Además, emplearon rayos X y luz infrarroja para descubrir más detalles sobre la estructura celular preservada.
Yang destacó que el fósil es una «joya escondida» y que la piel solo es visible bajo luz ultravioleta, mostrando un llamativo brillo amarillo anaranjado. Este tipo de preservación, compuesta de sílice, nunca antes se había encontrado en fósiles vertebrados. McNamara añadió que el descubrimiento podría arrojar luz sobre el proceso evolutivo de las plumas de los dinosaurios.
La transformación de las plumas a partir de escamas de reptiles es uno de los eventos más profundos pero poco comprendidos de la evolución de los vertebrados. Según McNamara, la piel suave, parecida a la de un pájaro, inicialmente se desarrolló solo en las regiones emplumadas del cuerpo, mientras que el resto de la piel seguía siendo escamosa. Este desarrollo zonificado pudo mantener funciones esenciales como proteger al animal contra la abrasión, deshidratación y parásitos.
El descubrimiento de que algunos dinosaurios emplumados tenían piel escamosa arroja nueva luz sobre la transición evolutiva de estos animales y la estructura celular.
Imagen: infobae