Recientemente, la comunidad científica ha puesto su atención en un cuerpo estelar inusual que se dirige a gran velocidad hacia el centro de la Vía Láctea. Este objeto, conocido como CWISE J1249+3621, se mueve a 1,9 millones de km/h y se encuentra a aproximadamente 400 años luz de la Tierra. Con una masa equivalente al 8% de la del Sol, se sitúa en la frontera entre una estrella y una enana marrón, un tipo de objeto a menudo considerado como una “estrella fallida”.
El descubrimiento de CWISE J1249+3621 fue realizado por científicos ciudadanos del proyecto Backyard Worlds: Planet 9, utilizando datos del Wide-field Infrared Survey Explorer (WISE) de la NASA. Posteriormente, astrónomos confirmaron su existencia y velocidad con el telescopio Keck. Este objeto se suma a la lista de estrellas hiperveloces descubiertas en las últimas décadas, aunque su proximidad a la Tierra lo hace aún más intrigante.
El análisis de su atmósfera ha revelado una composición química inusual, lo que abre nuevas vías para estudiar las enanas marrones en regiones remotas de la galaxia. Sin embargo, el misterio de su velocidad extrema plantea varias hipótesis sobre su origen. Una de las teorías más aceptadas sugiere que podría haber sido expulsada del centro de la Vía Láctea por el agujero negro supermasivo Sagitario A*.
Otras posibilidades incluyen que CWISE J1249+3621 haya sido parte de un sistema binario con un enano blanco que le robó material, o que haya sido expulsada de un cúmulo globular debido a interacciones con agujeros negros. También se considera la opción de que este objeto sea un intruso de otra galaxia, aunque esta última hipótesis parece menos probable.
En conclusión, el descubrimiento de CWISE J1249+3621 no solo añade un nuevo capítulo a la comprensión de los objetos estelares, sino que también plantea preguntas fascinantes sobre su origen y el comportamiento de las estrellas en nuestra galaxia.
Imagen: NASA