Un hallazgo arqueológico sin precedentes ha tenido lugar frente a la costa de Israel. Bajo las profundidades del Mediterráneo, se ha encontrado una embarcación de la Edad de Bronce Tardío, cargada de tesoros que datan de hace más de 3.000 años. La Autoridad de Antigüedades de Israel ha confirmado que se trata de una nave cananea, descubierta a 1,8 kilómetros de profundidad, con cientos de recipientes intactos.
El cargamento del barco consiste en ánforas y cántaros de doble asa que almacenaban mercancías como vino y aceite de oliva. Este descubrimiento es doblemente histórico: es el primer barco encontrado a semejante profundidad en el Mediterráneo Oriental y el naufragio más antiguo de este tipo. Hasta ahora, los naufragios de la Edad del Bronce se habían descubierto en aguas poco profundas.
Jacob Sharvit, director de la Marina de la Autoridad de Antigüedades de Israel, ha señalado que el hallazgo cambiará la historia mundial, revelando las habilidades de navegación de los antiguos marinos. Aunque es difícil confirmar el motivo del hundimiento, se sugiere que pudo haber sido debido a una tormenta o un ataque pirata.
El barco y su carga fueron avistados durante un estudio de rutina del fondo marino por una empresa de exploración de gas natural. Un robot sumergible identificó lo que parecía una pila de jarras en el fondo del mar. Tras mapear el sitio, se confirmó que el barco tenía entre 12 y 14 metros de largo y estaba cargado con ánforas cananeas.
Este descubrimiento desafía las suposiciones anteriores sobre el comercio en la Edad de Bronce, donde se creía que se realizaba con la costa siempre a la vista. El barco, descubierto a 90 kilómetros de la tierra más cercana, demuestra la destreza de los marineros de hace más de 3.000 años.
