Un equipo de investigadores de la Universidad de Bournemouth ha descubierto el arte rupestre más grande jamás visto: una monumental serpiente de 42 metros de ancho. Este hallazgo se encuentra a lo largo del río Orinoco, que fluye entre Venezuela y Colombia. Anteriormente, se habían encontrado pinturas en refugios rocosos, pero este grabado es único por su tamaño y complejidad.
Desde 2015, los investigadores han identificado 157 yacimientos de arte rupestre en la zona, 13 de los cuales contienen grabados de al menos cuatro metros de altura. La mayoría de estos grabados representan personas, mamíferos, aves, ciempiés y formas geométricas, aunque las serpientes son los motivos más grandes. La prominencia de las serpientes se debe a la mitología del pueblo indígena del Orinoco, donde las anacondas y las boas constrictoras tienen un papel importante en el folclore y la espiritualidad locales.
El estudio sugiere que estos grabados podrían haber sido marcadores territoriales, indicando la presencia de ciertos grupos en la zona. Además, se ha encontrado cerámica con motivos similares, lo que indica que el arte rupestre podría tener al menos 2.000 años de antigüedad. Este hallazgo es comparable a otros descubrimientos históricos, como los sedimentos de Atapuerca y las pinturas de la Cueva de Lascaux.
El lugar es una mina de información para entender las comunidades antiguas. Se espera descubrir más tallas y recopilar pistas sobre sus orígenes y propósito. Muchos grabados aparecen cerca de refugios rocosos con cementerios, lo que podría indicar una relación con prácticas funerarias antiguas. Este arte es patrimonio de la humanidad y su estudio es crucial para entender nuestro pasado.
Imagen: P Riris et al/Antiquity
