Rungholt fue una villa medieval en el norte de Frisia, sumergida por un ciclón en 1362. Este evento, conocido como el Grote Mandrenke o «Diluvio de San Marcelo», arrasó las costas del Mar del Norte, incluyendo las islas británicas, Países Bajos y el norte de Alemania y Dinamarca. La tragedia dejó 25.000 muertos y convirtió a Rungholt en una leyenda, a menudo comparada con la Atlántida.
Recientemente, investigadores han localizado la iglesia de Rungholt, un templo de 40 metros de largo por 15 de alto, bajo las marismas del Mar de Wadden. Utilizando tecnología avanzada como gradiometría magnética y sísmica, han podido «asomarse» bajo las marismas y descubrir los cimientos de la iglesia. Este hallazgo confirma la existencia de Rungholt y proporciona una valiosa lección sobre los riesgos del cambio climático y la subida del nivel del mar.
El Rungholt Project, respaldado por la Fundación Alemana de Investigación, ha sido clave en este descubrimiento. Los investigadores han encontrado 54 terps, sistemas de drenaje y otros restos arqueológicos en un área de más de 10 km2. Estos hallazgos permiten reconstruir el paisaje costero y entender mejor la vida en el asentamiento medieval.
El descubrimiento de la iglesia de Rungholt no solo es un logro arqueológico, sino también una advertencia para el futuro. La vulnerabilidad de los asentamientos humanos ante fenómenos naturales extremos es un problema que sigue vigente hoy en día. La historia de Rungholt nos recuerda la importancia de tomar decisiones informadas sobre el uso del suelo y la gestión de riesgos climáticos.