Un nuevo análisis de puntas de flecha ha permitido a los investigadores reconstruir la historia de la batalla más antigua de Europa, ocurrida hace 3.250 años en el valle de Tollense, Alemania. Este lugar, descubierto en 1996, ha revelado más de 12.500 huesos y 300 artefactos, incluyendo puntas de flecha de bronce y piedra, que pertenecen a guerreros jóvenes y fuertes que cayeron en combate en 1250 a.C.
Los estudios realizados han indicado que la batalla fue un conflicto interregional, involucrando tanto a grupos locales como a un ejército del sur. Las puntas de flecha, analizadas por un equipo de investigadores, mostraron diferencias significativas que sugieren que algunos combatientes provenían de regiones distantes, como Baviera y Moravia. Esto plantea interrogantes sobre la naturaleza de la violencia armada organizada en la Edad de Bronce.
El estudio también sugiere que el control de una calzada que cruzaba el río Tollense pudo haber sido un factor desencadenante del conflicto. Aunque no se han encontrado evidencias claras de fuentes de riqueza en la zona, se cree que la lucha podría haber estado relacionada con el control político y la extracción sistemática de recursos.
Los hallazgos en el valle de Tollense han cambiado la percepción de la Edad de Bronce, que se pensaba más pacífica. La investigación indica que las batallas eran de gran escala y que las sociedades de la época estaban organizadas de manera más compleja de lo que se había creído anteriormente. Este descubrimiento resalta la importancia del tiro con arco en el campo de batalla y sugiere que las batallas eran parte de un proceso de transformación social significativo.
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