En Pompeya, se ha descubierto una habitación pintada completamente en azul, que los arqueólogos creen que era un sacrarium, un espacio dedicado a actividades rituales y a la conservación de objetos sagrados. Cada pared de la sala tiene una hornacina flanqueada por figuras femeninas. Las figuras en la pared central representan alegorías de la agricultura y la ganadería, mientras que las figuras en las paredes laterales representan las cuatro estaciones.
El Parque Arqueológico de Pompeya destaca que el color azul de esta sala, de aproximadamente 8 metros cuadrados, es raro en los frescos pompeyanos y generalmente se encuentra en ambientes de gran importancia decorativa. En la misma habitación se encontraron quince ánforas de transporte, dos jarras de bronce y dos lámparas. La casa estaba en obras cuando ocurrió la erupción del Vesubio en el 79 d.C., por lo que también se encontraron materiales de construcción listos para ser utilizados.
En el umbral de la entrada había un montón de conchas de ostras, que se añadían a las mezclas para los yesos y morteros. La nueva sala descubierta se encuentra en un complejo con una gran domus, una zona termal aún en excavación y un gran salón con paredes negras decoradas con temas mitológicos. Las excavaciones están en la ínsula 10 de la Regio IX, donde se ubica la célebre domus de los Castos amantes.
El ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, visitó la zona y destacó que Pompeya es un cofre de tesoros aún en parte inexplorado. El director del Parque Arqueológico, Gabriel Zuchtriegel, estima que en Pompeya vivían más de 20.000 personas y que todavía queda un tercio de la ciudad por descubrir, una tarea para futuras generaciones de arqueólogos.
Imagen: Parque Arqueológico de Pompeya