En el corazón de China, en la provincia de Guizhou, se encuentra la impresionante montaña Fanjing, parte de la cadena montañosa Wuling. Esta región es conocida por sus más de 3.000 pilares de cuarcita y su rica biodiversidad, que incluye más de 3.700 especies de plantas y 450 especies de vertebrados. En 2018, Fanjingshan fue declarada Reserva de la Biosfera y Patrimonio Mundial de la UNESCO.
La montaña Fanjing no solo es un tesoro natural, sino también un lugar sagrado para los budistas. En su cima, a 2.336 metros sobre el nivel del mar, se encuentran dos templos espectaculares: el Templo del Buda y el Templo Maitreya. Para llegar a ellos, los visitantes deben subir 9.000 escalones, un recorrido que puede llevar hasta cuatro horas debido a la inclinación y la irregularidad de los escalones.
El Templo del Buda simboliza el presente, mientras que el Templo Maitreya, al que se accede cruzando un corto puente, representa el futuro. A lo largo de la historia, varios templos en la montaña fueron destruidos y reconstruidos, especialmente durante las dinastías Ming y Qing. Hoy en día, Fanjingshan es conocida como la ‘Quinta Gran Montaña Budista de China’.
Además de los templos en la cima, la ladera de la montaña alberga otros templos con arquitectura clásica china, como el Templo Cheng’en y el Salón Dorado, que contiene una estatua de Buda de cinco metros hecha de oro y jade. Esta estatua es una de las más grandes del mundo y un verdadero espectáculo para los visitantes.
